Preparación

1. Quitamos la piel y las espinas del bacalao. Lo desmigamos
2. Pelamos y picamos los ajos
3. Salteamos los ajos en mantequilla
4. Añadimos el bacalao y removemos bien
5. Echamos la harina
6. Agregamos leche caliente y seguimos removiendo
7. Incorporamos perejil y sal
8. Dejamos enfriar la masa unas 4 horas
9. Formamos las croquetas y las bañamos a continuación en pan rallado y huevo batido
10. Las freímos o las metemos al horno durante 20 minutos
11. ¡A comer!

El bacalao común: tantas proteínas como la carne

Hay varios tipos de bacalao, pero el más común es el llamado del Atlántico o de Noruega.

Suele ser de dimensiones reducidas, aunque algunos ejemplares extraordinarios pueden alcanzar hasta los 50 kilos de peso y medir muy por encima del metro y medio de longitud.

El bacalao común tiene tres pequeñas aletas en la espalda o dorsales y presenta una zona de pelos ralos o barba bajo el mentón. Comer sardinas y arenques.

Vive en aguas muy frías del Atlántico Norte. Se pesca, sobre todo por expediciones mercantiles portuguesas y españolas, desde el siglo XVI. Sus ya exhaustos caladeros se encuentran en Terranova y Gran Sol.

Otras especies también comestibles de bacalao son:

Antártica
Polar o Ártica
De Groenlandia
Navaga
y del Pacífico

Desde tiempos inmemoriales son muy apreciados su carne y el aceite de su hígado, que aporta el glamuroso ácido graso Omega-3 y vitaminas A y D.

Con sal, las piezas de bacalao pueden durar meses, aunque es necesario desalarlas para su consumo.

Hay recetas de bacalao para dar y tomar:

Se puede tomar crudo
A la brasa
Asado al horno
En salsa
Con nata, crema de leche, mantequilla o margarina
Dulce aderezado con miel
En croquetas

Su versatilidad como alimento es muy grande.

Tiene pocas grasas y aporta escasas calorías. Bacalao y carne están a la par en cantidad y calidad de proteínas.

Los principales minerales que lleva son: calcio, potasio y fósforo.

Los expertos en salud consideran que el consumo adecuado de bacalao influye de modo positivo en el desarrollo óseo, corazón, músculos y actividad cerebral.

Al parecer, está indicado en procesos de osteoporosis, problemas cardiovasculares, sistema locomotor y rendimiento mental o intelectual. También reduce el índice de colesterol malo.

A pesar de lo dicho a título meramente informativo, siempre es obligado consultar a un especialista médico o en salud nutricional para saber que viene bien y qué no en cada caso individual.

Los países del mundo con más platos o recetas tradicionales relacionadas con el bacalao común son Portugal, España y México.

A escala mundial, los países más consumidores de pescado en general son Noruega, Islandia, Portugal y España.

En nuestro país se consumen anualmente alrededor de 55 millones de kilos de bacalao. O sea, algo más de un kilo por persona y año.

Las croquetas de bacalao son una solución a pedir de boca para conseguir una alimentación sana y equilibrada en tu dieta semanal.