Preparación

1. Pochamos en sartén con aceite de oliva la cebolla y los ajos picados. Doramos y añadimos sal, pimienta y nuez moscada
2. En un cazo mezclamos la nata y la leche
3. Agregamos harina al sofrito y removemos. Incorporamos la leche y la nata. Removemos de nuevo con energía
4. Cortamos en tiras el salmón ahumado. Retiramos la masa y la introducimos en el frigorífico dentro de un recipiente de cristal
5. Moldeamos las croquetas y las bañamos en huevo batido y pan rallado
6. Ya están listas para freír
7. Y en pocos minutos, aptas para zampárselas

El salmón ahumado en croquetas

Ideal para situaciones de alta intensidad emocional

El salmón ahumado se conserva mejor y puede consumirse durante más tiempo que el salmón natural. Además, mediante el proceso de ahumado adquiere un sabor más sutil e intenso.

Suelen utilizarse dos métodos de ahumado: en frío (sin cocer el producto) y en caliente. El más extendido es el primero.

Aunque su consumo está al alza en todo el mundo, el salmón ahumado es un alimento básico de la cocina tradicional de Escandinavia, Canadá y norte frío de EEUU. Chile también es uno de los principales países productores y consumidores del mundo.

En la cocina contemporánea de alta escuela de Italia, España y Francia empieza a ser un elemento gastronómico de primer nivel.

La mayoría de los salmones en la actualidad proceden de crianza en piscifactorías.

Lo normal es que el salmón ahumado se presenta en packs de venta fileteados o en finas lonchas.

Contiene un elevado porcentaje en proteínas, ácido graso bueno Omega-3, vitaminas B3, B6 y B12 y minerales de calcio, magnesio y selenio.

Comer salmón ahumado es buena para la mente y el corazón.

Reserva las croquetas de salmón ahumado para eventos o situaciones muy especiales.